Durante el último decenio se han producido en nuestro país una serie de transformaciones socio-políticas vinculadas a las formas de comprender e intervenir sobre las problemáticas del mundo de la niñez. Estos cambios adquirieron una particular relevancia en relación con los discursos sobre la propia comprensión de los niños, niñas y adolescentes (NNyA) como actores sociales, respecto de las características, alcances y limitaciones de las problemáticas de las que son protagonistas, y sobre las propuestas de abordaje acerca de ellas.