La economía argentina atravesó diferentes etapas durante los tres gobiernos kirchneristas (2003-2015). Desde distintos ámbitos (políticos y académicos), muchos analistas han calificado como “etapa rosa” o “dorada” a la presidencia de Néstor Kirchner por sus resultados macroeconómicos. En este relato, durante la primera presidencia de Cristina Fernández de Kirchner, o más específicamente a partir del conflicto entre el gobierno y las corporaciones representativas del sector agropecuario, el gobierno habría priorizado, atendiendo a sus objetivos políticos, las políticas redistribucionistas en detrimento de los equilibrios macroeconómicos.
En la siguiente ponencia se procura demostrar que no se trató de un simple cambio de “modelo” en abstracto (el abandono de una “macro sana” a favor de un redistribucionismo populista) sino que fue un tipo de respuesta específica a la manifestación de contradicciones propias del modo de acumulación adoptado desde la salida de la Convertibilidad. En este sentido, el eje está puesto en los límites que enfrentó un proyecto que se propuso moderadamente redistribucionista ante la ausencia de un cambio estructural que trastocase las bases del modo de acumulación predominante.