La moda y las artes visuales han estado en íntima relación desde hace tiempo. Uno se ha servido del otro como fuente de inspiración. Partiendo de este pensamiento relacional e indagando más allá de la estética que puedan presentar uno y otro respectivamente, el trabajo aborda las correspondencias (diseño y arte) a partir de un elemento común: el maniquí. Personaje que se sitúa entre los hombres y los objetos. Figura que nos remite a un mundo no humano que pone en evidencia la crisis existencial del hombre contemporáneo y su propia condición humana. En esta línea, el trabajo considera las obras de De Chirico, Cindy Sherman, Nicholas Cope, Dustin Arnold y Muriel Nisse, entre otros y, se fundamenta en las voces de Nietzsche, Deleuze, Luc Nancy y Kristeva, por nombrar a algunos.