La experiencia que presentamos fue realizada durante dos años en el Liceo Víctor Mercante y permitió a docentes y estudiantes correr los límites del formato escolar organizado disciplinalmente por asignaturas. En 2014 realizamos la primera práctica alfarera cruzando las áreas de Historia del Arte y Química. Esta experiencia fue el producto de búsquedas, diálogo entre docentes, necesidad de salir del formato tradicional. En 2015 replicamos la experiencia, convencidas de que la integración entre áreas, el pensar nuevas formas dialógicas entre contenidos y promover vivencias son instancias enriquecedoras de enseñanza-aprendizaje. A través de esta experiencia los y las estudiantes abordaron el tema desde diferentes ejes. En el laboratorio trabajaron con materiales propios de la alfarería como arcillas y pigmentos, con una mirada química sobre composición, propiedades intrínsecas y formulación, integrando conocimientos previos teóricos y visualizando la utilización práctica de diferentes óxidos. Vincularon procesos ancestrales intuitivos con prácticas de laboratorio experimental. Desde la perspectiva de la Historia del Arte, entraron en contacto con los pueblos agroalfareros del NOA, analizando tanto morfología como simbología de las piezas. En la experiencia de taller concretaron la realización de dos piezas, familiarizándose con técnicas de modelado, uso de herramientas, tiempos del material, pintura y horneado de las mismas.