La C.F. no sólo expresa cambios en el mundo sobre los que nos hace meditar sino, también, quizás es la forma de expresión que más nos enfrenta con nosotros mismos, nuestros temores, angustias, preocupaciones por lo futuro. En particular, por su mayor captación de masas, el cine de C.F, en particular el de la década de 1950 (posiblemente la más fértil para el desarrollo del género) exploró diversos temas relacionados con esos miedos, desde la bomba atómica hasta el encuentro con formas de vida inteligente alienígena. En este trabajo veremos cómo se enfrentó esta última cuestión en una época de tribulaciones (fin de una guerra mundial, continuación con la de Corea, con la aparición de nuevas formas de lucha, como el lavado de cerebro; el reconocimiento formal de que había “algo” fuera de la Tierra: platos voladores) y cómo el cine de C.F. estudió qué ocurriría en el caso de un encuentro con inteligencias de otros mundos. Si bien casi siempre se considera un contacto violento (guerra), en muchos casos se da respuestas plausibles al porqué de esa hostilidad. En muchos casos, nosotros prevalecemos sobre ellos; en otros, no y la conclusión es pesimista pero, en todos los casos, lo que realmente estamos viendo es un espejo de nosotros mismos.