La construcción de los imaginarios sobre los cuerpos y las identidades son atravesadas por cánones naturalizados, estereotipos que limitan la diversidad y que no logran abarcar la compleja trama de lo particular. Los mecanismos que invisibilizan ciertas corporalidades y subjetividades determinan la emergencia de una violencia o manifiesta.
Entendemos que las prácticas artísticas que abordan estas problemáticas funcionan como herramienta para otorgar visibilidad, reflexionar e incluso transformar estas cristalizaciones. Es por eso que este trabajo presenta y pone en relación dos obras argentinas contemporáneas que abordan la problemática de los cuerpos como espacios políticos donde se materializan estructuras normadas y, a la vez, donde se discuten. Ambas producciones utilizan el fragmento y el vacío como recurso poético, permitiendo a quien interprete, la construcción de un cuerpo desde su propia subjetividad.