La actividad docente es, ante todo, un proceso de comunicación y a diferencia de lo que era la concepción tradicional de la enseñanza, no se limita ya a una sola vía, sino que para conformar un verdadero contexto de enseñanza y aprendizaje, debemos lograr que sea interactivo y también multidireccional. Por otra parte, esa comunicación tampoco se agota o se limita únicamente al espacio del aula. Si bien esto requiere una cierta disciplina y algunos acuerdos previos con los estudiantes, actualmente tenemos la posibilidad de extender el diálogo, las consultas, el debate, etc., más allá de las paredes de la institución educativa y de los horarios de los encuentros presenciales. Para ello, las TIC nos presentan una gama muy amplia de posibilidades, y como sucede en muchos campos, la convergencia tecnológica hace que muchas herramientas sirvan para muchas funciones, pero con detalles u opciones que hacen que unas se destaquen más que otras.