Las instalaciones artísticas contemporáneas trascienden el campo del arte para convertirse en objetos de diseño.
Son proyectadas para alcanzar un objetivo; planificadas para cumplir una función.
La ejecución de las mismas depende de dispositivos propios de disciplinas proyectuales como los diseños.
El montaje de una obra en una época y lugar determinados y su re edición , años más tarde o en otra geografía, sólo se hace posible gracias a los relevamientos existentes de la misma.
El análisis de la obra “ La Menesunda” (1965) de la artista plástica argentina Marta Minujín, y su remake “La Menesunda según Marta Minujín” (2015) nos permite enmarcar su proceso de producción artística como un “hacer” propio del diseño.
Una mirada más amplia y la redefinición de la expresión “objetos de diseño” nos deja entender que no sólo el Diseño en Comunicación Visual o el Diseño Industrial son capaces de producirlos. Un proceso artístico, también es capaz de llegar a la elaboración de un objeto de diseño.