Muchas señales clínicas advierten el hábito excesivo de rechinar los dientes. Las señales clínicas típicas del bruxismo incluyen aumento en el tamaño de los músculos temporales y maseteros, desviación de la apertura del maxilar inferior, apertura oclusal limitada, mayor movilidad dental, abfracción cervical, fracturas de los dientes o porcelana y coronas no cementadas o prótesis fijas. Las facetas de desgaste no funcional en las superficies oclusales pueden presentarse en dientes naturales o artificiales. Por consiguiente, es necesario restaurar el plano oclusal y la guía incisal anterior para eliminar todos los contactos posteriores durante excursiones mandibulares, antes de la restauración del implante. Es común que los pacientes con bruxismo presenten excursiones mandibulares que no corresponden a los movimientos del borde de la mandíbula. Como resultado, el desgaste oclusal es muy específico y principalmente en un lado del arco, o aún en sólo unos cuantos dientes. Este patrón de movimientos generalmente permanece después del tratamiento.