Ante la carencia de pruebas estandarizadas para nuestro medio y las dificultades que implica la administración de pruebas formales en la primera infancia, han surgido distintas medidas para la evaluación y desarrollo del lenguaje. Entre esos instrumentos se encuentran los Inventarios diseñados por Larry Fenson, Elizabeth Bates, Philip Dale y otros (2000) conocidos como los Inventarios de Desarrollo Comunicativo MacArthur-CDI. Están organizados en secciones que ofrecen de forma bastante exhaustiva aquellas manifestaciones infantiles que puedan resultar relevantes del lenguaje entre los 8 y 30 meses de edad. Tanto la estructura como el diseño y los ítems de los inventarios, se basan en un modelo del desarrollo comunicativo-lingüístico y se apoyan en datos empíricos de la investigación psicolingüística evolutiva reciente, proporcionando información cuantitativa y cualitativa de fácil interpretación. En este caso, nos centramos en la adaptación al medio local del Inventario II, para niños/as de 16 a 30 meses, como aporte de significación para su uso en la investigación y en la clínica, relativos a la caracterización del desarrollo del lenguaje, así como a la posibilidad de detección precoz de posibles retrasos. En esta oportunidad, presentaremos los resultados obtenidos hasta el momento.