La gestión de residuos domiciliarios en los grandes territorios urbanos es una problemática que se posicionó hace unas décadas en la agenda ambiental internacional y local, y continúa hasta la actualidad. La Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos1 (GIRSU) en Argentina se enmarca en diversas normativas, tanto nacionales, provinciales y municipales. Éstas dan las pautas de cómo debe tratarse la basura desde que se genera, se transporta y cuál debe ser su destino final.
En la provincia de Buenos Aires, particularmente el Área Metropolitana y el Gran La Plata -región que denominaremos Área Metropolitana de la Provincia de Buenos Aires (AMPBA) compuesta por 33 Municipios-, los rellenos sanitarios de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE)2, están llegando a su saturación (Consejo Federal de Inversiones, 2013). En este escenario, el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS) implementó desde el año 2013, una política de Gestión diferenciada de Residuos Sólidos Urbanos (en adelante, RSU) para los grandes generadores, donde se propone “por objetivo implementar las acciones para maximizar el recupero de los materiales reciclables y/o valorizables, y disminuir el volumen destinado a disposición final” (Res. 137/13).
(Párrafo extraído a modo de resumen)