En la historia de la humanidad el hombre ha hecho uso de esencias para diversos fines como curar afecciones, aromatizar ambientes, saborizar comidas y mejorar su calidad de vida. Actualmente el uso de aceites esenciales está en franca expansión, principalmente en la industria alimenticia, farmacéutica, perfumística y cosmética, en reemplazo de productos sintéticos.