Los cambios de gestión de gobierno en las instituciones públicas constituyen uno de los momentos organizacionales de mayor criticidad. Requieren de operaciones de análisis, entendimiento de climas, culturas, contrastación de hipótesis y propuestas de políticas por parte de quienes asumen las nuevas responsabilidades. Este proceso de desenvuelve en una organización que ha configurado su propio ritmo, su staff, sus funcionarios permanentes y transitorios. Entonces, además de la complejidad constitutiva de esta convivencia, el proceso descripto, está signado por el recurso más escaso: el tiempo. Se establece una relación que contiene una particular tensión: se necesita tiempo para comprender y poder proponer mientras la ciudadanía y los responsables máximos piden resultados y avances veloces en la nueva etapa de gestión. Es en este marco, la evaluación se constituye como un elemento estratégico, posibilitando la producción de información que pueda generar insumo de calidad en las coyunturas referidas. Sin embargo la sola existencia de la herramienta no es suficiente, ya que existen un conjunto de constantes que pueden identificarse con claridad y sostienen las condiciones de posibilidad para que el uso de la evaluación sea viable. Esta ponencia, hace foco en la experiencia de la realización y presentación del informe de evaluación final del periodo 2011-2015 de la UNLP como unidad ejecutora del Programa Ingreso Social con Trabajo en un contexto de cambio de gestión. Se pretende exponer las cuestiones teóricas, metodológicas y experienciales que han permitido subrayar un conjunto de elementos considerados relevantes para la generación de insumo de calidad y en tiempo oportuno en momentos donde la toma de decisiones se realiza bajo esta doble implicancia temporal: se necesita comprender rápidamente para avanzar velozmente.