A nivel mundial, durante las seis últimas décadas, la actividad turística ha experimentado una continua expansión y diversificación, convirtiéndose en un sector clave para el progreso socioeconómico, creciendo aún con mayor rapidez que el comercio internacional en los últimos cinco años (OMT, 2017). Si bien algunos autores manifiestan que el análisis del turismo y las políticas públicas conllevan a cierto desorden analítico, debido a la tranversalidad de ambas disciplinas y la complejidad de establecer una definición de ambos, la política turística resulta indispensable para el éxito de la actividad tanto a escala regional como global (Fayos Sola, 2004). En el presente trabajo se expondrá como la República Popular China, a pesar de tener una entrada tardía al turismo (en comparación al resto del mundo), a partir del año 1978 inicia un largo pero acelerado desarrollo de esta actividad, para posicionarse hoy en día, como el mayor emisor de turistas y generador de gasto turístico a nivel mundial (OMT 2017). Esto se logra por la creación y aplicación de una política pública, denominada Approved Destination Status- ADS-, de la cual se expondrá un análisis concreto de su funcionamiento, junto con algunas políticas transversales. Asimismo, se revelarán cuales son los medios más importantes de distribución y certificación del turismo emisor Chino. Por otra parte, se evidenciará la relación entre Argentina y China en materia turística, mostrando la evolución en su relación, tomándose como caso de estudio la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (su elección se debe a que es considerada la puerta de entrada al país y la de mayor afluencia turística). Analizando si esta Ciudad se encuentra preparada en materia de infraestructura, promoción y calidad para recibir a estos turistas con diferencias evidentes a las costumbres e idiomas occidentales.