La Colección Benjamín Muniz Barreto ingresó en la década del 30 al Museo de La Plata y aún en la actualidad es considerada como una de las colecciones más destacadas del mismo. Se originó a partir de numerosas expediciones financiadas por el coleccionista Muniz Barreto que se llevaron a cabo entre 1919 y 1929 en el noroeste argentino, principalmente en las provincias de Jujuy, Tucumán y Catamarca. Está constituida por 12.000 piezas arqueológicas que incluyen material cerámico, lítico, malacológico, vegetal, textil, entre otros. Su importancia reside, en la minuciosa documentación asociada que acompaña a estas piezas y que da cuenta de las labores realizadas durante el desarrollo de las expediciones (libretas y diarios de campo, fotografías, negativos, mapas, planos, bocetos, dibujos, acuarelas, entre otros), además de las impresiones fotográficas enmarcadas que serán objeto del presente trabajo.