En mi artículo anterior señalaba los inconvenientes de los granos trillados á máquina para utilizarlos en calidad de semilla.
La selección mencionada, algunos agricultores de la Provincia la sustituyen por otra que considero mucho mas racional. Al llegar la época de la siega, recorren el trigal en todas direcciones y cortan aparte aquella porción que lleva tallos mas boyantes ó sobresalientes y que por lo común, contienen espigas mas desarrolladas.
Con las gavillas que resultan de la siega de aquella fracción del trigal, se confecciona una pequeña parva que se trilla separada del resto de la cosecha utilizándose los granos para la siembra. Si bien este procedimiento es ya bastante perfeccionado, no obstante no basta, porque el buen aspecto del grano no implica que lleve consigo una fecundidad duradera y además las plantas recogidas asi, no siempre corresponden á una misma variedad. En el estado actual de nuestra agricultura, creo que el chacarero puede sin mayores gastos adoptar un método de selección mas perfeccionado en beneficio de sus cosechas futuras.
¿De qué modo? —Reservando una pequeña parcela de su mejor terreno para este exclusivo objeto y preparándola con el mayor cuidado posible.