A partir de la década del sesenta la disciplina contable sufrió un significativo cambio en la forma de abordar la docencia e investigación, el desarrollo de la Contabilidad positiva, término que proviene de la economía de la mano de Friedman (1953), y es desarrollado en contabilidad por Watts y Zimmerman (Watts R and Zimmerman J, 1978). Consideramos que uno de los principales aportes de este enfoque netamente economicista, se centra en el intento por comprender las consecuencias de la aplicación de la norma, los efectos sobre los informes contables, y el papel de la contabilidad en la asignación de recursos. Desde hace unos años se verifican cambios en el entorno competitivo, donde los aspectos éticos y de sostenibilidad han ganado importancia, acrecentándose la conciencia moral de las organizaciones. A los objetivos tradicionales de maximizar las ventas con una prestación de servicios amigable con el medio ambiente -pero además rentable- (generando valor para los accionistas) se ha agregado la responsabilidad social.