Este pez, cuyo nombre científico es Lepidosiren paradoxa, es quizás uno de los más particulares que podemos encontrar en el elenco ictiofaunístico de nuestro país; es la única especie de la Región Neotropical que cuenta con pulmones, lo que le permite respirar aire atmosférico confiriéndole claras ventajas adaptativas: la más destacada es la de poder sobrevivir durante un período seco. Está clasificado en el Orden Ceratodontiformes, que se halla conformado por unas pocas especies aún vivientes y que sólo pueden encontrarse en el continente africano correspondientes al género Protopterus y en Australia Neoceratodus forsteri. Estudios recientes identifican a parientes cercanos a especies de este grupo, como el eslabón evolutivo entre los peces y los anfibios.