En español
La dictadura cívico-militar que irrumpió en nuestro país en 1976 se propuso, entre sus principales acciones, llevar a cabo un plan sistemático de persecución y eliminación de sus adversarios/as políticos. Pero esta tarea no se hubiera logrado sin una serie de complicidades civiles y empresariales; el papel de los medios de comunicación, por ejemplo, fue fundamental. En este sentido, este trabajo se propone analizar el tratamiento periodístico realizado por el diario Los Andes sobre el movimiento estudiantil mendocino durante los primeros meses del gobierno de facto. El estudio de la prensa local es abordado desde la teoría del análisis crítico del discurso (ACD) y desde la teoría de las identidades mediáticas.
El objetivo general del estudio es contribuir a generar conocimiento sobre el rol de la prensa mendocina durante el genocidio. En el trabajo se observó cómo el papel de la prensa fue fundamental para montar y justificar la acción del aparato represivo. Así, los/as estudiantes universitarios/as (y con ellos la juventud de la época) fueron demonizados, catalogados de subversivos, extremistas, terroristas y enemigos de la Patria, justificando su persecución, desaparición y/o asesinato.
En inglés
The civic-military dictatorship that broke into our country in 1976 was proposed, among its main actions, to carry out a systematic plan of persecution and elimination of its political adversaries.
But this task would not have been achieved without a series of civil and business complicities; The role of the media, for example, was fundamental. In this sense, this work intends to analyze the journalistic treatment carried out by the Los Andes newspaper about the student movement in Mendoza during the first months of the de facto government. The study of the local press is approached from the theory of critical analysis of discourse (ACD) and from the theory of media identities.
The general objective of the study is to contribute to generate knowledge about the role of the Mendoza press during the genocide. In the work it was observed how the role of the press was fundamental to mount and justify the action of the repressive apparatus. Thus, the university students (and with them the youth of the time) were demonized, classified as subversives, extremists, terrorists and enemies of the Homeland, justifying their persecution, disappearance and / or murder.