Nos encontramos en un sistema que cada vez más se alimenta del trabajo reproductivo femenino barato, cuando no gratuito, para el mantenimiento de la fuerza de trabajo; en el cual las cadenas migratorias se feminizan al aumentar la cantidad de mujeres que migran, en el marco de “estrategias de supervivencia feminizadas”, que las lleva a insertarse en empleos precarios y faltos de regulación. Mujeres que sostienen una doble presencia en las tareas reproductivas: en sus casas y en casas ajenas, siendo el empleo doméstico remunerado el principal nicho laboral de inserción de ellas. En la presente tesina reconstruimos las relaciones laborales de mujeres migrantes que se desenvuelven en el trabajo doméstico y de cuidados remunerado, combinando a la vez fuentes estadísticas sobre Gran La Plata y entrevistas realizadas a trabajadoras migrantes peruanas en la ciudad de La Plata y Berisso. Recuperamos las voces de las subalternas para ahondar en los procesos objetivos y subjetivos abiertos por la migración en términos de relaciones laborales, familiares y de contactos, entendiendo al género como una categoría central para el análisis. Nuestro objetivo es observar los procesos de autonomización abiertos en las vidas de estas mujeres luego de migrar, entendidos éstos como “cambios, transformaciones y oportunidades” en las relaciones de género que mantienen, pudiendo desplegarse formas más independientes de decisión sobre sus cuerpos, relaciones, proyectos y economías. Sostenemos que la inserción en el empleo doméstico y de cuidados remunerado en el país de destino tensiona los procesos de autonomización que pueden abrirse a partir del proceso migratorio cuando esta inserción laboral se constituye como reproductora de los parámetros patriarcales hegemónicos de los roles de género, a partir de la división sexual del trabajo y la persistencia de la asociación de la mujer al ámbito reproductivo.