El turismo sustentable en su sentido más puro, es una industria comprometida a hacer un bajo impacto sobre el medio ambiente y cultura local, al tiempo que contribuye a generar ingresos y empleo para la población. Además del constante crecimiento del turismo, otra razón para prestarle una atención especial en el marco de la política ambiental que desarrolla un país, lo constituye la relación compleja que existe entre esta actividad y su impacto en el ambiente. Contrariamente a la mayoría de otras actividades económicas, la fortaleza del turismo depende, en gran medida, de la salud del ambiente; dado que un entorno de calidad es indispensable como producto turístico. Desde esta perspectiva, el turismo puede y debe convertirse en un aliado del ambiente, en una fuerza económica y política de apoyo que asegure la conservación de los espacios y medios que utiliza; así como en un elemento que concientice a los gobiernos sobre la necesidad de contar con legislación ambiental para evitar la depredación de los recursos naturales. La calidad de vida de las generaciones presentes y futuras depende del grado en que las normas ambientales son respetadas En los últimos 15 años, el turismo ha pasado a formar parte de la agenda de la sustentabilidad, sea cual fuere el foro o la reunión de que se trate; y como complemento esencial, la sustentabilidad es, a su turno, una referencia cada vez más ineludible del sector turístico, internacional y local, público y privado. En este trabajo enfatizamos la importancia de incorporar mejores prácticas de gobierno corporativo en el sector público, como generador de valor en la dirección, control de gestión y gestión de riesgos en la toma de decisiones a nivel de gobierno central, así como también en las empresas estatales. El mayor aporte de la gobernanza en la administración pública se debe a la necesidad de modernizar las entidades del sector público y transformarlas en entes más eficientes y eficaces en su gestión y para ello se requiere información del conjunto de los recursos. Las buenas prácticas de gobierno corporativo y la contabilidad en sentido amplio, favorecen la calidad y transparencia de la información contable y con ello la credibilidad. La existencia de una regulación y de prácticas contables adecuadas constituye un elemento esencial para el gobierno eficiente de un ente, sea público o privado. El patrimonio cultural y natural de un país debe convertirse en un factor de desarrollo económico, permitiendo a las ciudades mejorar sus indicadores, tanto financieros como sociales y a su vez deberá protegerse ese legado para que pueda ser disfrutado por las futuras generaciones. En el siglo XXI el desafío que afronta la humanidad consiste en encaminarse hacia una gobernanza multisectorial sostenible de los recursos naturales. Es por ello que enfatizamos la importancia que presenta el hecho de inventariar, registrar y controlar los recursos naturales (flora; fauna; minerales y otros) como así también formular políticas para garantizar su aprovechamiento y conservación racional. El hecho de no ser computados, impacta de manera negativa en la gestión interna del patrimonio del ente y en la rendición de cuentas. En virtud de lo expuesto la gobernanza, constituye un factor clave para la consecución de la sostenibilidad. Los gobiernos deben conocer sus recursos naturales y culturales y revelarlos en sus informes contables, conforme a la legislación vigente en cada país, enfatizando la necesidad de generar metodologías para la incorporación de la gobernanza como herramienta para la gestión estratégica sostenible de los destinos turísticos en las memorias de sostenibilidad.