A partir de la Reforma Luterana, la Iglesia Católica debió encontrar una forma de recuperar a los fieles que se habían alejado de la Fe. La Contrarreforma del Concilio de Trento en el 1563, se erigió tanto como proyecto político, como también de índole estético.Sin embargo, la Reforma también tomó posturas acerca del tratamiento de las imágenes religiosas. La utilización de imágenes fue aceptada en ámbitos luteranos, donde permitió la coordinación de mensaje, ideología y acción mediante modos estándares de producción cultural e informativa. Si bien el protestantismo no utilizó formas persuasivas tan evidentes como en el catolicismo, éstas existieron.En este marco, el grabado se conformó como técnica artística con características interesantes para ejercer de propaganda, por su factible reproductibilidad y diseño. El uso del grabado fue de una doble función: para ilustrar las Sagradas Escrituras y como propaganda antipapista. Nos interesa tomar el caso de Lucas Cranach "el viejo", quien compuso una serie de 13 grabados que consideramos significativa dentro de este contexto, titulada Passional Christi und Antichristi, afín a la Reforma. Recorriendo esta obra gráfica, visualizaremos la función y supervivencia de las imágenes en un contexto luterano, analizando su función retórica en un marco histórico particular.