A lo largo de la historia, las personas han sentido la necesidad de expresarse a través de la música. Una de las expresiones más escogidas ha sido el canto colectivo, quizás por la posibilidad de poner en palabras ideas, emociones y sentimientos compartidos. Tanto es así que en todo el mundo se desarrolla esta actividad; probablemente difieran su repertorio, modos de emisión, estructura u organización, incluso su función social, pero el propósíto de reunirse a cantar es común a todas las sociedades. En Occidente, una de las manifestaciones más populares del canto colectivo es el coro (de xopóc:: actores que cantaban y recitaban en forma conjunta en el antiguo teatro griego), que adopta diferentes formas y características según su cantidad de voces o cuerdas (al unísono, a dos; tres, cuatro o más voces, con o sin divisi, etc.), edad y clasificación de voces (de niños, jóvenes, adultos o adultos mayores, mixto, masculino, femenino, etc.), número de integrantes (grupo vocal, coro de cámara, coro sinfónico, etc.), y aspiración profesional (amateur, semiprofesional o profesional), entre otras. Incluso recibe otros nombres: grupo, ensamble, coral, vocal, taller, etc. Frente a esta diversidad, hablaremos de "agrupación vocal" para evitar entender la palabra "coro" en su acepción más restringida, vinculada a un tipo particular de práctica.