Las revueltas de las bayaudas aparecieron a finales del siglo III en las regiones rurales de la Galia, y fueron combatidas por Maximiano poco tiempo después de la ascensión de Diocleciano. En el siglo V, después de la crisis militar causada por la travesía del río Rin por los pueblos bárbaros, de nuevo ocurren revueltas rurales en diferentes lugares de la Galia y posteriormente en la hispania, a las que la documentación identifica con el mismo término: las bayaudas. Las acciones de los así llamados circuncelones se distribuyen entre mediados del siglo IV hasta comienzos del siglo V, en su mayor parte en las regiones interiores de la Numidia. Las acciones de estos, sin embargo, aparecen dentro de un contexto documental bien específico: los textos de polémica entre el grupo de Agustín y la así llamada Iglesia Donatista y, a causa de ello, es necesario tener en mente la conexión de esas revueltas rurales con las prácticas y las disputas del cristianismo (s) africano (s).
Mi investigación buscó comparar los dos movimientos para verificar en qué medida el contexto social y la experiencia de clase (en el cotidiano de vida y de trabajo) de las comunidades de las zonas rurales fueron factores determinantes para la ocurrencia de esas revueltas. Esta hipótesis se contrapone inicialmente a la mayor parte de la historiografía reciente sobre ambas revueltas, que acentúa o se concentra en otros factores como elementos determinantes, y que, al mismo tiempo, ignora o descalifica explícitamente la experiencia de clase y el conflicto de clases como elementos de comprensión de esas revueltas.