Este trabajo explora los circuitos cortos de comercialización en la ciudad de Tandil (sudeste de la provincia de Buenos Aires), teniendo en cuenta la valorización y las prácticas de compra de los consumidores de productos regionales, particularmente salame y queso.
El término circuito corto se relaciona con un consumidor que conoce la procedencia del producto que va a comprar (ya sea por su etiqueta o porque el vendedor se lo comunica o por estar visitando una localidad con trayectoria en productos regionales). Por ello, en este trabajo se caracterizan los comercios especializados en ventas de productos regionales de Tandil y se observan las prácticas de compra venta. En esa interacción del mundo de la compra y la venta, se analizan las percepciones de los consumidores y su construcción de imaginarios y calidad de los quesos y chacinados, en particular, el salame con Denominación de Origen (DO). Si bien, más de la mitad de los consumidores analizados son turistas, todos asocian la calidad de los productos regionales con la producción artesanal y local. La observación en los locales comerciales permitió constatar que co-existen múltiples valorizaciones de productos y formas de comprar.