El siglo XIX, construye a la Vejez como una enfermedad, bajo el paradigma Moderno. Así se formularon tecnologías para controlar y sanar ese cuerpo viejo que dista de los estándares normales, haciendo énfasis en todo lo que el viejo “ha perdido”, en términos orgánicos, biológicos, sociales, psicológicos, etc. y por lo tanto se intenta dar respuesta a esas “faltas”, creando propuestas de recuperación, y/o mantenimiento de los aspectos mencionados. Así, la Educación Física es considerada una técnica para mejorar la salud y lograr mantener un cuerpo en estado de normalidad. Este sujeto saludable, es un sujeto que tiene sustancia antes de ser sujeto. Nosotras cuestionamos aquellas teorías. Por el contrario, hablamos de otro Viejo, hablamos de otro Sujeto, por lo tanto, proponemos otras prácticas corporales. Proponemos una Práctica desde la Educación Corporal, apuntando a la exploración sobre las distintas posibilidades de hacer, pensar y decir, que permita una práctica con tantas variables como alumnos haya, en tanto al sentido que cada uno encuentre a lo que se está proponiendo. Es decir, una práctica corporal que constituya al sujeto, y no una vivencia o técnica que lo lleve hacia la búsqueda de una normalidad perdida.