Los productos de la madera durante su utilización quedan expuestos a la acción de los hongos xilófagos, organismos considerados responsables del deterioro más frecuente y agresivo (particularmente los causantes de pudrición castaña) de la madera en servicio. Conocer la resistencia de las maderas a la degradación fúngica (durabilidad) permite estimar su vida útil en condiciones de uso extremas (por ej madera al exterior y en contacto con el suelo), propicias para este tipo de deterioro y, en función de ello, definir el uso más apropiado o bien la aplicación de tratamientos preservantes, en ambos casos con el propósito de prolongar su utilidad en servicio.