Dentro del campo de la nanotecnología el empleo de procesos electrodinámicos constituye uno de los métodos de vanguardia permitiendo la formación de nanoestructuras a partir de diferentes polímeros con dimensiones en el rango de 5 a 500 nm. Recientemente se ha destacado la utilidad de las nanofibras para las aplicaciones biomédicas (Sapru et al. 2018), especialmente como matrices protectoras de pieles o dispositivos de liberación controlada.
Uno de los polímeros más utilizados para la obtención de nanofibras es el alcohol polivinílico (PVA). El PVA es un polímero sintético, biodegradable, semicristalino, hidrofílico con excelentes propiedades mecánicas, las cuales se deben a la presencia de grupos -OH que permiten establecer interacciones de tipo puente de hidrógeno (Villarruel et al., 2015).
Es escasa la bibliografía referente al ensamblado de polímeros y emulsiones con aceite esencial encapsulado para formar nanofibras.
Los objetivos del trabajo fueron obtener nanofibras mediante la técnica de electrohilado a partir de soluciones con diferente concentración de PVA y sus mezclas con emulsiones entrecruzadas con citrato de sodio y funcionalizadas con aceite esencial de cabreuva.
Asimismo, se propuso estudiar la morfología de las matrices obtenidas por microscospía electrónica de barrido (SEM) y confocal laser de barrido (CLSM) y analizar sus propiedades microestructurales por medio de ATR-FTIR, difracción de rayos X (DRX) en relación a las películas obtenidas por la metodología de moldeo y deshidratación.