El texto que sigue es una incipiencia de intercambios y preocupaciones que nos involucran como parte de la comunidad universitaria del PUEF en la delegación San Fernando de la UNLu.
Las reflexiones aquí planteadas parten de nuestras miradas sobre ciertas imágenes que perduran y otras que se renuevan en la institución.
Frecuentemente nos encontramos con representaciones (verbales, gráficas, más o menos explícitas) que “justifican” un carácter pretendidamente despolitizado de la carrera, o que reniegan de la politicidad de la educación como práctica social, especialmente dentro del ámbito universitario. Debates, tensiones que se dan en espacios tanto físicos como virtuales en estos últimos meses, nos hicieron volver a preguntarnos por el carácter de la educación física - y de la formación docente en ella- como práctica pedagógica y política. La realización del ritual de entrega de la “I”, como refuerzo a la pertenencia de una institución, que paradójicamente, ya no tiene existencia como tal, fue uno de los elementos que nos llamó la atención para reflexionar acerca de la persistencia de ciertos discursos y acciones que legitiman -todavía hoy- un abordaje de la formación docente en educación física centrado en el disciplinamiento corporal, la apelación al “honor” y la selección mediante la adscripción a un código de comportamiento para acceder a formar parte de un cuerpo social conformando un “currículum oculto” sobre la forma de ser estudiante y profesor de Educación Física.