La explicación acerca de la discapacidad en la mayor parte de la bibliografía, presenta sucesivos modelos de explicación con la impronta de haber sido eficaces en una época y que en apariencia sirven de base al subsiguiente sin rupturas.
Discutiré con esta forma de interpretación. Argumentaré, que lo que sucede es una nueva y socializada forma de prescindencia construida a partir de estos discursos y que resulta conveniente prescindir del uso del término que esté a la moda para designar a la discapacidad, como ejemplo de la anormalidad, a la vista de los efectos que conlleva sostenerlo.
Retomaré, desde esta mirada, las propuestas que están vigentes en cuanto a las prácticas corporales; discutiré las calificaciones frecuentes de adaptado, especial, entre otras, que objetivan a las prácticas propuestas a quienes están siendo designados como personas con discapacidad.