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Esta tesis doctoral tiene como objetivo comprender qué puntos de acuerdo, tensiones y disputas se generan entre estudiantes, docentes y autoridades para los usos juveniles de internet con fines educativos en el Colegio Nacional Eloy Alfaro, en Quito-Ecuador, durante el periodo 2014-2016. Para el desarrollo de la estrategia metodológica, se recurrió a los aportes de Blaxter, Hughes y Tight (2000), quienes desde sus aportes mencionan que el enfoque cuantitativo y cualitativo —mixto— contribuye a la validez y utilidad de la investigación, porque no se excluyen mutuamente y pueden ser utilizados en una misma investigación. En un primer momento, para el enfoque cuantitativo, se acudió al método de encuesta a fin de recoger datos sobre los niveles de frecuencia, acceso y uso que dan a internet los estudiantes. En un segundo momento, y posterior al análisis de los datos obtenidos de la encuesta, se recurrió a la entrevista semiestructurada a docentes y autoridades para determinar cuáles son los usos que hacen de los recursos tecnológicos y qué interpretaciones dan estos como legítimas e ilegítimas para los usos de internet con fines educativos. Además, se recurrió al aporte de dos expertos locales en el ámbito de la tecnología educativa que contribuyen a la discusión, reflexión y aportes de la praxis en la incorporación de las tecnologías en los contextos educativos formales. [6] Con los resultados de las entrevistas semiestructuradas, se prosiguió en un tercer momento a partir de la utilización de grupos focales a estudiantes, con el fin de poner en diálogo y obtener información relevante respecto a los sentidos atribuidos como legítimos e ilegítimos para sus usos de internet y tener aproximaciones hacia la manera en que internet aporta a los aprendizajes informales e invisibles (Cobo y Moravec, 2011). Asimismo, se identificaron qué acuerdos, tensiones y disputas se generan para los usos juveniles de internet con fines educativos en relación con los aportes de autoridades y docentes. De ese modo, se identificaron como resultados de la investigación que: 1) No existe una adecuada definición en las concepciones pedagógicas del uso de las tecnologías educativas en el aula, como refiere Siemens (2004), porque en la educación del siglo XXI sigue primando el conductismo, cognitivismo y constructivismo, dejando a un lado constructos educativos emergentes, que logran explicar cómo se da los procesos de enseñanza y aprendizaje, mediados por el uso de tecnologías digitales, como el conectivismo, la pedagogía informacional (Picardo, 2002), pedagogía de la interactividad (Aparici y Silva, 2012), el conectivismo (Siemens, 2004) y la pedagogía del ciberespacio (Hermann, 2011). 2) No existe una adecuada capacitación en relación con los usos de internet que rompan el enfoque artefactual de las tecnologías. Al respecto, Area (2008) sostiene que no puede haber innovación tecnológica sin la formación de [7] maestros en la adquisición de competencias informacionales y digitales; es decir, enseñar a enseñar el uso crítico y pedagógico de las herramientas tecnológicas. 3) Todos los actores del proceso educativo mencionan que la legitimidad para el uso juvenil de internet con fines educativos no se construye desde la fiabilidad del sitio web, desde donde se consulta, sino consideran que la legitimidad está dada por una adecuada citación de las fuentes que se emplean en las tareas. Con respecto a este último punto, se relaciona con el uso crítico de las tecnologías; es decir, y retomando aportes de Area (2008), una adecuada alfabetización digital no se reduce a la enseñanza artefactual de la tecnología, sino saber qué se busca y dónde se obtiene la información. 4) Existen tensiones acerca de la noción de autoridad desde las concepciones de los docentes y autoridades quienes se perciben como líderes educativos, mientras que los estudiantes los perciben como autoridades jerárquicas e impositivas. Con respecto a este último punto, las tecnologías generan un aporte significativo ya que, como refirió Toffler (1980), las tecnologías digitales promueven la interacción donde los consumidores pueden llegar a ser productores del conocimiento, lo que de alguna forma invita a un mayor protagonismo de los estudiantes en los procesos de apropiación del conocimiento en espacios formales y no formales de la educación. [8] Como conclusión, se presenta una propuesta para impulsar el uso significativo y crítico de internet con fines educativos, con el fin de contribuir hacia la comprensión de un constructo educativo que permita brindar orientaciones de cómo se podría enseñar en la actual sociedad del conocimiento (Hargreaves, 2003).
In EnglishThis thesis aimed to understand what points of agreement, tensions and disputes are generated between students, teachers and authorities for youthful uses of the internet for educational purposes at the National School Eloy Alfaro, in Quito- Ecuador, during the period 2014-2016. For the development of the methodological strategy, we used the contributions of Blaxter, Hughes and Tight (2000), who from their contributions mention that the quantitative and qualitative approach —mixto— contributes to the validity and usefulness of the research, because They exclude each other and can be used in the same investigation. At first, for the quantitative approach, the survey method was used to collect data on the levels of frequency, access and use that students give to the Internet. [9] In a second moment, and after analyzing the data obtained from the survey, semistructured interviews with teachers and authorities are used to determine what uses they make of technological resources and what interpretations they give as legitimate and illegitimate for the students. Internet uses for educational purposes. In addition, the contribution of two local experts in the field of educational technology is used to contribute to the discussion, reflection and contributions of praxis in the incorporation of technologies in formal educational contexts. With the results of the semi-structured interviews, a third moment was continued from the use of focus groups to students, in order to dialogue and obtain relevant information regarding the senses attributed as legitimate and illegitimate for their internet uses. and have approximations to the way the Internet contributes to nonformal education and invisible learning (Cobo y Moravec, 2011). With the foregoing, it also identifies what agreements, tensions and disputes are generated for youthful uses of the Internet for educational purposes in relation to the contributions of authorities and teachers. In this sense, it was possible to identify as results of the research that: 1) There is no adequate definition in the pedagogical conceptions of the use of educational technologies in the classroom, as Siemens (2004) reports, in the education of the 21st century, follows primacy of behaviorism, cognitivism and constructivism, leaving aside emerging educational constructs, which manage to explain how teaching and learning processes occur, mediated by the use of digital technologies, such as [10] connectivism, informational pedagogy (Picardo, 2002), Pedagogy of interactivity (Aparici y Silva, 2012), connectivism (Siemens, 2004) and the pedagogy of cyberspace (Hermann, 2011), There is no adequate training in relation to internet uses that break the artifactual approach of the technologies. In this regard Area (2008) argues that there can be no technological innovation without teacher training, in the acquisition of informational and digital skills; that is, teach how to teach the critical and pedagogical use of technological tools 3) All actors in the educational process mention that the legitimacy for youthful use of the internet for educational purposes is not built from the reliability of the website from which it is consulted; but, that they consider that the legitimacy is given by an adequate citation of the sources that are used in the tasks. Regarding this last point, it is related to the critical use of technologies; that is to say, and retaking contributions from Area (2008), an adequate digital literacy is not reduced to the artifactual teaching of technology; but, know what is sought and where the information is obtained 3) There are tensions about the notion of authority from the conceptions of teachers and authorities who are perceived as educational leaders, while students perceive them as hierarchical and tax authorities. Regarding this last point, the technologies generate a significant contribution; since, as Toffler (1980) referred, digital technologies promote interaction where consumers can become producers of knowledge, which in some way invites a [11] greater role of students in the processes of appropriation of knowledge in formal spaces and non-formal education. In conclusion, a proposal is presented to promote the significant and critical use of the internet for educational purposes, with the aim of contributing to the understanding of an educational construct, which will provide guidance on how it could be taught in the current knowledge society (Hargreaves, 2003).