Las disciplinas de combate con armas, en nuestro país, se configuraron a partir de un recorrido histórico que permitió su legitimación en diferentes escenarios sociales. El caso de la esgrima criolla se remonta a tiempos anteriores a nuestra independencia, desarrollándose principalmente entre sujetos considerados marginales, bárbaros e incivilizados.
Su continuidad histórica siempre fue en esos territorios, utilizada por malevos, compadritos y sujetos privados de la libertad. Hoy en día, y a través de la iniciativa de sujetos que intentan reflotar esa tradición argentina, se puede observar en diferentes sectores sociales la práctica y competición de esta disciplina en gimnasios, plazas y torneos de artes marciales.
El objetivo de este trabajo es indagar sobre una posible relación actual de esta práctica con las desarrolladas - siglo XIX y XX - gauchos, malevos y compadritos en nuestro país; como así también la desarrollada en contextos carcelarios por sujetos privados de la libertad.
A través de una perspectiva histórica y cultural, anclada en la observación y análisis a partir de herramientas metodológicas que nos aporta la Educación Física crítica, podríamos desarrollar su posible conexión y continuidad con su práctica actual “deportiva”.