El caso de Simónides presenta un llamativo contraste. De muy pocos poetas de la época arcaica tenemos tantas referencias, más bien anecdóticas, pero que pintan un perfil personalísimo e individual. Sin embargo, al repasar los fragmentos de su producción que nos han llegado, no encontramos el reflejo de ese “yo” que dejó tantos recuerdos en el mundo antiguo. Si bien esto se explica fácilmente al tratarse de géneros “funcionales”, por así decir, como las elegías y los epinicios, una lectura más detenida sí revela emergentes más o menos explícitos de la individualidad del autor.