Traemos los fragmentos, los pedazos del estallido de la respuesta tecnológica anidada en los pliegues de un ambientalismo entendido como intento de velar la imposibilidad de la pureza de algún ambiente primero. En algunos rincones del laboratorio,entre los escombros del concepto de ambiente, nos tropezamos con los 50 años de ese ambientalismo,abismado en una curiosa obstinación técnica que impidió a ese medio siglo, no tanto poder proponer algún “cómo”, sino reflexionar sobre el “para qué”.