En los años 70 comenzaron los esfuerzos por definir formas de trabajo que salían de la norma, esto es del trabajo asalariado, principalmente el industrial. Luego de lograr décadas de casi pleno empleo en los 40 y 50 resultaba llamativo ver incorporarse otras modalidades, formas de contratación y explotación de los trabajadores. El cuentapropismo, el trabajo domestico, la economía familiar, los trabajos ilegales, la venta callejera, los contratos precarios, etc. son algunas de sus formas.
El trabajo informal abarca variedad de modalidades y actividades. Es muy difícil definir sus límites. En el año 2002 la OIT define al mismo como una actividad laboral desarrollada por fuera del marco normativo legal, caracterizado por una inserción vulnerable y precaria. En las sombras de la informalidad trabajan el 50% de los seres humanos del planeta. Sus características varían de acuerdo a la región, el país o el continente. Pero algo resulta la regla: la inseguridad en la que los sujetos se ven sumergidos. Desde un estudio de caso complejo, como es el de los Recuperadores Urbanos de Residuos en la Ciudad de la Plata, propongo realizar estas reflexiones.