El avance y difusión de la tecnología informática ha producido un gran impacto desde el punto de sociológico, económico y jurídico. Hoy en día esta tecnología se infiltra en servicios, productos y procesos existentes, genera nuevos bienes y actividades y ocasiona cambios fundamentales, tanto en la producción como en el comercio, en las comunicaciones, en la forma de contratación y hasta en la forma de cometer delitos. Cotidianamente hacemos uso de las tecnologías informáticas o también llamadas tecnologías de la información, cuando nos conectamos a Internet para revisar nuestro correo electrónico, cuando realizamos cualquier operación a través de un cajero automático del banco, etc. Por supuesto, el derecho no puede quedar al margen de estos cambios.