Los grupos de red son soporte y apoyatura en los tratamientos por adicciones, considerando la especificidad de cada espacio grupal.
Resulta condición de posibilidad para un tratamiento, operar sobre las redes y restablecer los lazos sociales significativos del paciente.
Las miradas y narrativas, como efectos de red, producen nuevos modos de funcionamiento, replanteando y cuestionando acontecimientos individuales y familiares. Se intenta revertir la posición del adicto, de renuncia al lazo social en tanto no está perdido.
El abordaje de red evita caer en el modelo del padre ideal, debido a que se tiende a la idealización que retorna como desborde (el diablo metió la cola) generando un sentimiento de culpa en los pacientes que se encuentran en tratamiento ante las recaídas o consumos.
En los grupos de red hay objetivos específicos que procuran una direccionalidad determinada, se hacen visibles lazos y recursos (que a priori resultaban imperceptibles) para la inclusión del sujeto en las redes sociales cuya estructura supera o amplia a la familiar.
La inclusión y articulación de técnicas psicodramáticas en espacios terapéuticos verbales permite una mayor rapidez en la visualización de la conflictiva.