Nos interesa indagar sobre el propio procedimiento de intervención teatral, sobre aquellos mecanismos de funcionamiento que el dispositivo Relato situado propone como aproximación artístico-política sobre la memoria sensible. Modos de hacer, de rescatar lo subjetivo y lo político de la experiencia individual, pero compartida colectivamente. La obra es el proceso, es el recorrido. Su gesto político, señalar y cartografiar lo pasado en el presente. Reflexionaremos sobre el ejercicio de memoria que dispara esta performance, en tanto intervención urbana contemporánea, cuando los tiempos de la contemplación estética parecieran tornarse del orden de lo inasible e incapturable. Y cuando la propia categoría de performance urbana problematiza una concepción desgastada cuando sucede en un ámbito de híper-información visual. Para ello, en primer lugar, nos proponemos contextualizar al grupo hacedor y sintetizar la intervención que nos compete dentro de su trayectoria. Luego, pensando en formas urbanas, retomaremos algunos aspectos y conceptos que nos permitan acceder a la ciudad como escenario contemporáneo. Y luego entonces sí nos permitiremos articular analíticamente, cómo Relato situado es parte de un uso contemporáneo de memoria urbana, en tiempos donde lo monumental pareciera licuarse, desvanecerse en la búsqueda de nuevas formas para emerger. No apuntaremos a demostrar el nivel de efectividad y/o consumo que tuvo la acción o práctica artística en cuestión, sino tan sólo señalar que su “apuesta” fue justamente su puesta en escena de la memoria, que como arte contextual ha sido portadora de un tipo de mirada diferente, extracotidiana, sobre la cotidiana y habitual. En ese gesto radica su eficacia, en hacer posible el volver a recordar.