A comienzos del siglo XIX se plantea la construcción de un nuevo Cabildo en la ciudad de Montevideo, Uruguay, tarea que se le encomienda a Tomas Toribio. En un marco austero y de evocación de las fuentes clásicas se proyectó y construyó el Cabildo en un solar frente a la Plaza principal y la Iglesia Matriz consagrada en 1804. La obra planteaba un edificio público con reminiscencias imperiales, una fachada que rememora las formas de la antigüedad. El edificio tuvo a lo largo del tiempo distintos usos, fue además de Cabildo, sede del cuerpo de Bomberos y actualmente funciona el Museo y Archivo Histórico Municipal. En sus casi doscientos años de construído sufrió distintas intervenciones de mantenimiento y agregado de servicios. La última gran intervención data de mediados del siglo XX y en ella se realizaron, entre otras tareas, la de consolidación de revoques. Los revoques en estudio fueron aplicados como parte de una intervención más amplia, en el año 1957 a la que ya se hizo referencia. La documentación disponible no provee información relativa a la composición ni proporciones de los materiales empleados en la ejecución de los morteros. Razones técnicas que no son del caso detallar, indican la pertinencia de una reposición parcial o total de este revestimiento, tomando como referencia el existente, el que se presume que fue realizado en base a la imagen del original.