Las obligaciones del estado incluyen respetar, proteger, satisfacer las necesidades básicas de la población, obligación inderogable y para su atención el sistema de protección social incluye: educación, empleo, alimentación, vivienda, servicios municipales básicos, atención, prevención y promoción de la salud, y un ambiente sano. No puede haber salud humana si no hay salud animal y ambas requieren de salud ambiental. La salud pública tiene en la interfaz salud humana, salud animal y ambiente una complejidad que debe analizarse mediante el pensamiento sistémico en virtud de ser un tema multifactorial, intersectorial, multidisciplinario, multidimensional e interdisciplinario. Cada una de estas tres ramas se encuentra a cargo de un ministerio distinto en los gobiernos, lo que complica la acción conjunta, sinérgica, armoniosa, necesaria para atender la problemática en los espacios comunes en donde se presentan las zoonosis, las enfermedades emergentes, las enfermedades reemergentes y las enfermedades transmitidas por alimentos.