Me quiero referir específicamente al parentesco heteronomativo y sus modos de solapar, invisibilizar, disfrazar, infravalorar lazos afectivos y vínculos sociales constituidos por sujetos pertenecientes a la disidencia sexual y que poseen vínculos tan contundentes como lo son los lazos de parentesco heterosexual pero que, al no poseer ningún estatuto lingüístico, quedan invisibilizados –las más de las veces- detrás o dentro de las nominaciones heteroparentales.
Avanzaré sobre esta cuestión en la forma de apuntes, hilvanando quizás de modo errático pensamientos a considerar.
Tomaré como referencia principalmente a las relaciones lesbianas porque me reconozco parte de esa comunidad y porque considero que, la mayoría de las veces, por un motivo o por otro, su voz se pierde en la marea de las identidades disidentes. Con la reserva hecha de que –no por ello- se comprenda que sostengo una posición sustantiva al respecto de las identidades.