El capítulo retoma la idea de mediaciones que propone la Comunicación Social para, marco del crecimiento vertiginoso de la penetración de pantallas en la vida cotidiana, plantear que las TIC se constituyen hoy como lugar preponderante de mediación. Esta situación trae como consecuencia una suerte de “despoder social” en torno al conocimiento y en los procesos de producción de información, lo que se erige en un desafío para las instituciones, en especial para la escuela.