Actualmente, varias voces postulan la crisis de las instituciones modernas e insisten en la transformación de la sensibilidad colectiva, como correlato. En esa línea, algunas repiensan lo colectivo en términos de lo individual, abandonando conceptos abarcadores y de fuerte impronta colectiva, como los de clase social, Estado, ideología, entre otros. Como expresión de este clima, hay quienes -más y menos explícitamente- diferencian entre teoría sociológica y teoría social, asociando la primera a nociones de tono totalizante, mientras que el término “teoría social” pareciera quedar nutrido por perspectivas y categorías que repiensan el objeto sociológico rompiendo con aquellas primeras posturas. Ello obliga a preguntarse cómo es experimentada y conceptualizada hoy una práctica y relato de raíz colectiva como es la religión.
Este trabajo apunta, entonces, a problematizar los vínculos entre religión, religiosidad y espiritualidad a la luz de estos debates, con foco en los siguientes ejes: 1) sentido, 2) concepción del sujeto relación con y entre las esferas pública y privada, ética y concepción del sujeto derivada de ellas, y 3) estructura organizativa. Finalmente, reflexiona en torno a la posibilidad de dictaminar una distinción cabal entre dichas manifestaciones y cuáles son las implicancias teóricas de sus conexiones.