El concepto del naufragio es muy propio del rock argentino y es también una temática central en la canción “La balsa”, editada en 1967 y compuesta por Los Gatos (“Con mi balsa yo me iré a naufragar”). Desde este plano, la investigadora Claudia Kozak señala que existe una trama cronológica que parte de “La balsa” continúa en “Cantata de puentes amarillos”, de Luís Alberto Spinetta (1973), se acentúa en “Peluca telefónica”, de Charly García (1982) y concluye en “Canción para naufragios”, de Los Redondos (1986). Mientras que en “La balsa” se define al rock por el naufragio y la proyección de futuro (“Estoy muy solo y triste acá, en este mundo abandonado”); en “Cantata de puentes amarillos” se desconfía de la idea del naufragio (“Y en el mar naufragó, una balsa que nunca zarpó”); y en “Peluca telefónica” se parodia y se banaliza el origen del movimiento (“Estoy viviendo aquí en este mundo abandonado, ¿Te alcanza la renta?, No, ¿a quién?)”.