En esta ponencia me propongo indagar un conflicto entre la Comisión Provincial por la Memoria de la Provincia de Buenos Aires (CPM), institución en el marco de la cual funciona el archivo de la ex Dirección de Inteligencia de la Provincia de Buenos Aires (DIPBA), y el organismo de derechos humanos Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (HIJOS), por entonces compuesto centralmente por hijos de víctimas del terrorismo de Estado.
En el año 2005, la CPM realizó una convocatoria orientada a contratar trabajadores para el archivo, en el marco de una política institucional que buscaba darle un sesgo “profesional” a la institución en general y al archivo en particular. De esa convocatoria formaron parte varios integrantes de la agrupación HIJOS, quienes entendían que portaban la legitimidad suficiente para ser parte de la institución. Aquí indago el cruce entre una lógica fundada en la legitimidad de lo sanguíneo con otra basada en la “transparencia” y la “profesionalización”.