En este trabajo me interesa analizar el vínculo particular que Adelina entabló con la fotografía y los sentidos que adquirió en su vida, indagando en los cambios de escenarios, actores, encuadres y modos de registro. Reflexiono también sobre el archivo fotográfico como vehículo de memoria, que habilita nuevos lenguajes y modos de narrar, poniendo presencia a la ausencia y construyendo nuevos sentidos en torno a una experiencia límite, la desaparición forzada de un hijo. Esto implica pensar qué memorias construye este archivo fotográfico, que circulación tienen y tuvieron esas fotografías, en qué soportes y a quiénes narró y sigue narrando.