La cerámica, como elemento perdurable de la cultura material, es de incuestionable valor para el arqueólogo. Cada pieza es, en sí misma, una síntesis de múltiples y complejos comportamientos interrelacionados. Como señala Braun, la importancia de la cerámica va más allá de su uso para sistematizaciones histórico-culturales, por ser utensilios que reflejan todo un proceso de manufactura, un patrón estético e incluso redes de organización social o económica (Braun, 1983:108).
Este artículo pretende ser una contribución al conocimiento de la alfarería actual del noroeste argentino, como una aproximación a su estudio desde la perspectiva de la Etnografía arqueológica o “Living archeology”.