La Ciudad Inteligente es “un concepto multidimensional con componentes y elementos muy diversos, muchos de ellos no están directamente relacionados con la tecnología, sino que son esenciales para el desarrollo de iniciativas de ciudades inteligentes” (Rodríguez, 2015, p. v). Se examinará en esta ponencia la interacción del individuo con las cosas que produce información en un territorio determinado, la Ciudad Inteligente que va camino a la constitución de la sociedad de la transparencia.
Una de las preguntas que rondan en la discusión sobre la implementación de las Ciudades Inteligentes es cómo se implementará el gobierno de esas ciudades. Se debe considerar que su administración depende de redes complejas de organizaciones interdependientes (Rodríguez, 2015, p. 4) y, por lo tanto, una vía de acción puede ser la de permitir que las organizaciones que constituyen la red de soporte se autogobiernen (Modelo de Autogobierno), y otra que la administración local actúe como un administrador de la red, con un líder de la organización que gestiona el desarrollo de la ciudad inteligente (Modelo Burocrático) (Rodríguez, 2015, p. 4) Cuándo la administración de la ciudad (como espacio vital) puede tener acceso legítimo a la información de sus ciudadanos (por medio de Internet de las Cosas y de Grandes Datos) en una sociedad de la transparencia nos enfrentamos a un modelo que debe analizar las relaciones tanto de los ciudadanos con el poder administrativo y de seguridad como la relación de los ciudadanos con la información que generan.