En la actualidad las nuevas tecnologías y formas de comunicación 2.0, basadas en el uso de internet, brindan una oferta interminable de conocimiento y acceso a mecanismos de aprendizaje impensados unos años atrás. Sin embargo, las mismas generan el desafío de hacer de ellas un uso correcto para aprovechar su potencial en las actividades docentes. Más aún en los tiempos actuales en los cuales internet es una interminable fuente de información, la cual en muchos de los casos es parcial, o directamente errónea. Es por ello que muchos estudiantes utilizan esta plataforma como fuente de información, probablemente debido a que su generación maneja estas tecnologías con mayor frecuencia y facilidad que los textos académicos. Tal es así que hemos pasado de una cultura basada en el átomo a otra basada en el bit. Los enfoques didácticos más tradicionales que se utilizan para el aprendizaje son muy amplios y diversos. Podemos nombrar por ejemplo el uso de diferentes paradigmas, teorías, estilos de aprendizaje, actividades basadas en el constructivismo, actividades motivacionales en el aula, así como el desarrollo de las competencias básicas, el uso de las TIC´s, etc. (Padial y Gómez, 2013). En los últimos años, y con el objetivo de promover el aprendizaje autónomo entre los alumnos, es cada vez más frecuente la inclusión de métodos de innovación docente.
Movilizados por la problemática de captar y mantener la atención de los estudiantes durante las clases teórico-prácticas, el profesorado de la cátedra decidió implementar una herramienta didáctica ligada altamente con uno de los factores en conflicto al respecto, no solo aceptar, sino aún, promover el uso del dispositivo celular en clase. Los alumnos debían descargar la aplicación a sus teléfonos celulares al comienzo del cuatrimestre. Una vez finalizados los teóricos, se proyectaban las preguntas y las opciones en el frente, y los alumnos visualizaban las opciones en sus celulares. Cada clase finalizaba la parte teórica con 10 preguntas con 2 a 4 opciones de respuesta y un tiempo de 30 segundos para responder cada pregunta.
No solo se consiguió captar la atención de los alumnos durante el teórico, ya que requerían adquirir los conocimientos, entenderlos e integrarlos para una actividad inmediatamente posterior. Sino que se logró generar un ámbito lúdico en la clase, ya que la actividad se desarrollaba en forma dinámica y distendida. Como beneficio extra se logró que guardaran los teléfonos, con el fin de conservar batería para el momento de preguntas.