Lanzada en septiembre del 2012, Tinder es una aplicación geosocial que permite explorar construcciones subjetivas contemporáneas en torno al deseo y la sexoafectividad. Esta aplicación (app) cuenta en la actualidad con más de 50 millones de usuarios activos a nivel global, se encuentra disponible en 40 idiomas y más del 80% de sus usuarios son menores de 35 años (Wikipedia, 2018).
Tinder permite a los usuarios comunicarse con otros, a partir de sus preferencias, para chatear y concretar encuentros. La app es de fácil uso: si al usuario le gusta determinado perfil, desliza (swipe) el dedo sobre la pantalla a la derecha (ícono “corazón”); si no le gusta, lo desliza hacia la izquierda (ícono “X”). Se puede chatear sólo con quienes se genera un match (coincidencia en gustarse). La app se utiliza con múltiples fines: desde intereses turísticos (extranjeros que buscan locales como guías), ofertas de servicios sexuales, hasta su uso principal: búsqueda de contactos sexoafectivos que pueden devenir –o no– amistades o parejas.
Esta ponencia se centra en autodescripciones de perfiles de usuarios, en un rango etario entre 18 a 40 años, de residentes del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El objetivo consiste en explorar, describir y analizar tendencias sociales en esta población, teniendo en cuenta algunas variables comparativas, tales como el género y la edad.